Recuerda lo que desayunaste hoy. ¿Elegiste lo que tenías más a la mano? ¿Era saludable?
Responder esta pregunta es mucho más complejo de lo que parece. No sólo influye la cantidad y la calidad de los alimentos que comiste, sino también cómo los combinaste, en qué momento del día los comiste, cómo es el ambiente en el que vives y hasta cómo estaban tus emociones en ese momento.
Todos estos factores harán que tus alimentos tengan un efecto distinto en tu cuerpo y en tu salud.
Cuando un bocado entra a tu cuerpo, ¿qué crees que sucede?
Tu comida no sólo le da energía a tu organismo, pues nuestros cuerpos son mucho más complejos que una máquina de quemar calorías.
Cada bocado que comes desencadena una serie de reacciones a nivel químico, físico, neurohormonal, microbiótico, etc. Lo que ese bocado significa para tu cuerpo es mucho más:
Es la materia prima en la que tu cuerpo se va a convertir.
Por eso cuando evitas comer grasa, tu cerebro no tiene materia prima para renovar sus células y puedes empezar a experimentar problemas cognitivos. Y cuando la comida que eliges tiene elementos tóxicos (como pesticidas, fertilizantes, hormonas o antibióticos), estos pasan a formar parte de tu cuerpo y suelen detonar enfermedades.Es información genética que le dice a tu cuerpo qué hacer.
Toda la comida le da a tu cuerpo instrucciones muy precisas, que lo pueden llevar hacia la salud o hacia la enfermedad. Por eso aunque dos personas de la misma familia tengan en su genética una predisposición a padecer alguna enfermedad, si una lleva un estilo de vida saludable y la otra no, la primera tendrá mucho menos posibilidades de padecer esa enfermedad. En otras palabras: la información que le das a tu cuerpo con la comida que comes todos los días puede ser mucho más determinante que tus genes.
¿Y esto qué significa en nuestra vida de todos los días?
Significa que todas esas reacciones químicas de tu cuerpo definen cómo te sientes cada día, cómo te ves y qué puedes hacer.
Tu peso, tu nivel de energía, tu desempeño profesional o deportivo, tu memoria, el brillo de tu piel, tu capacidad de concentrarte, tu creatividad, el que te duelan o no las articulaciones, que tengas buen ánimo o te sientas agobiado, si necesitas tomar un laxante o un antiinflamatorio, la fuerza de tus músculos: todo depende de cómo está operando tu cuerpo a través de estas reacciones químicas.
Y a través de los alimentos puedes optimizar esas reacciones químicas. El Reto Keat usa este conocimiento científico para optimizar cómo está funcionando tu cuerpo y así ayudarte a verte y sentirte como te gustaría.
Cuando tu cuerpo está operando mejor es mucho más fácil alcanzar tus metas, sean cuales sean:
Dormir mejor y tener más energía
Dejar de usar medicamentos para gastritis o colitis, regular tu digestión
Adelgazar y sentir el estómago desinflamado
Mejorar asma, diabetes, alergias, artritis o alguna otra condición
Tener mejor rendimiento en un deporte o en el trabajo
Mejorar la apariencia de tu piel y de tu cabello
Conseguir embarazarte o tener una lactancia saludable
La comida tiene un rol enorme en tu salud porque cada vez que comes cambias la química de tu cuerpo.
En el Reto Keat utilizamos esto para ayudarte a lograr tus metas y darle calidad de vida a tu cuerpo. Además, te ayudamos a conocer mejor tu organismo y te damos un acompañamiento más intensivo para que logres un estilo de vida saludable. Está dirigido a las personas que quieren volverse más expertas de su cuerpo y alcanzar sus objetivos naturalmente.
El Reto Keat de 20 días incluye:
Una caja Keat cada día con platillos orgánicos ya preparados (desayuno, comida, cena y snacks)
Una guía explicativa antes de iniciar tu programa y otra al finalizar, para adoptar hábitos saludables
Acompañamiento diario a través de WhatsApp