Para tratarse de una técnica de cientos de años de antigüedad, el cepillado en seco es sorprendentemente fácil de incorporar.
Muchos lo practican por sus beneficios para la piel:
Retira células muertas
Mejora brillo y textura de la piel
Ayuda a suavizar la apariencia de la piel
Sin embargo, su impacto es mucho mayor.
El cepillado en seco es un gran aliado para el hígado y para los mecanismos de desintoxicación.
Al cepillar en seco, activamos dos sistemas: circulatorio y linfático.
El efecto se siente de inmediato.
La sangre empieza a circular mejor en las zonas en las que ya pasó el cepillo. A través de la sangre, llega oxígeno y nutrientes a cada célula del cuerpo. Y con esto, el cuerpo va avivándose.
Por eso hay quienes aseguran que cepillar en seco despierta los sentidos y te deja con una sensación de energía y vitalidad.
Al mismo tiempo, al cepillar el cuerpo ayudamos a poner en movimiento el sistema linfático, que es similar a un sistema de drenaje.
Tiene sus propios conductos —similares a las venas— que transportan el fluido hacia los nódulos linfáticos para filtrar toxinas, substancias nocivas y patógenos.
En términos simplificados: la sangre nutre a las células, mientras que la linfa las limpia.
El sistema linfático también:
Ayuda a reducir la inflamación y la retención de líquidos
Interviene en el transporte de proteínas y grasas
Contribuye a producir anticuerpos y linfocitos
Colabora con el hígado y los órganos de desintoxicación para eliminar los desechos del cuerpo
Y todo esto lo hace… a velocidad de tortuga.
La linfa se mueve más lento que la sangre porque no la pone en circulación el corazón, sino el movimiento de los músculos que rodean los conductos linfáticos.
Por eso es necesario moverse —caminar, hacer ejercicio, pasar menos horas sentado— para evitar que los desechos se acumulen.
El cepillado en seco apoya los procesos de desintoxicación del cuerpo y así apoya también al hígado.
Es uno de los 7 rituales que compartimos para tener un hígado feliz —porque mantener sano a nuestro hígado es uno de los pilares para tener un cuerpo magnífico y una salud increíble.
Al practicarlo con constancia, puedes notar mejoras en toda tu salud.
¿Cuándo se practica el cepillado en seco?
Es perfecto para acompañar cualquier proceso que apoye la desintoxicación, como el ayuno mensual y el Tune Up que practicamos los Keaters.
También puede hacerse diario. Quienes lo hacen todos los días reportan mayores beneficios.
¿Cómo practicarlo?
En el Kit Liver Lover incluimos lo que necesitas para iniciar: aceite de coco (virgen, orgánico) y un cepillo de cerdas naturales (suaves, pero con suficiente firmeza).
Además, el Kit incluye lo necesario para otras dos prácticas que apoyan al hígado y los sistemas de desintoxicación:
Compresas calientes con aceite Liver Lover —estimulan el flujo de sangre oxigenada hacia los órganos del abdomen, con lo que ayudan a mejorar su funcionamiento.
Semillas Liver Lover
Son semillas orgánicas de cardo mariano, que son el único alimento que se ha comprobado que ayuda a regenerar el hígado.
¿Cómo se usan?Toma de 1 a 2 cucharadas por día.
Puedes masticarlas, aunque su sabor es amargo (como muchos alimentos que apoyan al hígado)
O puedes molerlas justo antes de comerlas, para evitar que se oxiden. Usa un molino pequeño de café o similar y después espolvoreadas sobre tu sopa, ensalada, smoothie, fruta, etc.
Instrucciones para cepillar tu cuerpo en seco
Antes de usar el cepillo por primera vez, lávalo muy bien con agua y jabón neutro y déjalo secar.
Antes de bañarte y con la piel seca, cepilla todo tu cuerpo de afuera hacia adentro con movimientos largos y siempre en dirección al corazón.
Ajusta la presión con la que cepillas para que sea estimulante sin lastimarte. Tu piel puede quedar ligeramente rosa, pero nunca roja ni ardiente. Si sientes dolor al usar el cepillo, disminuye la presión.
Empieza por las piernas cepillando de abajo hacia arriba, 7 veces de cada lado.
Sigue en el área detrás de la rodilla. Cepilla 7 veces en forma circular en el sentido de las manecillas del reloj.
Repite este cepillado circular (más suavemente) en la ingle y en las axilas. Puedes cepillar suavemente el torso, la espalda y el estómago con los mismos movimientos circulares.
Continúa por tus brazos, cepillando desde la muñeca hasta las axilas, 7 veces por cada lado.
Al terminar, aplica aceite de coco en todo el cuerpo y después métete a bañar. Esto protege la hidratación de tu piel.
Al salir, humecta el cuerpo con más aceite de coco.
Es recomendable lavar tu cepillo cada 2 o 3 semanas y reemplazarlo después de 6 u 8 meses, o cuando notes que las cerdas están desgastadas.
¿Cuándo NO usarlo?
No lo uses cuando notes incomodidad o reacciones negativas al cepillar tu piel o al contacto con el aceite. Esto puede suceder si tu piel es sensible, si tienes alguna herida o alguna condición —como eczema, sarpullido, irritación, etc. Si la irritación es solamente en una zona, puedes evitarla y cepillar el resto del cuerpo.
Un Keater sabe que sin el lastre de la toxicidad, su cuerpo se acerca a ese funcionamiento perfecto para el que fue hecho.
Y sabe que no necesita luchar para lograrlo.
Conoce las prácticas más fáciles y ricas de llevar a cabo para mantener su cuerpo en ese estado de armonía.
Quien vive todos los días la verdad de lo que ha descubierto.
Quien está en un camino de felicidad y salud —y tiene a una Komunidad entera para enfocarse juntos en retar lo establecido y despertar la máxima vitalidad de su organismo.