Brócoli y Nopal - Res
Brócoli y Nopal - Res
Como un día de fiesta para tu sistema digestivo :) Ideal para apoyar la diversidad de tu microbiota y mantener a tu digestión en modo feliz.
Cocemos los huesos de res a baja temperatura durante hasta 48 horas. ¡Sí, 48 horas! Eso significa que estamos extrayendo cada gota de nutrientes al máximo.
Nuestros productos están libres de conservadores, texturizantes y todo eso que no queremos en nuestra vida. Por eso, tus kaldos k.eat llegan frescos y congelados, listos para mimarte.
Cada caldo viene en una bolsa individual de 325 ml (¡una porción perfecta!). Asegúrate de hacer espacio en tu congelador, ¡no querrás que se pelee con tu helado!
Caldo de huesos de res, nopal, brócoli, verdolaga, poro, apio, calabaza, chayote, acelga, vinagre de manzana, espinaca, perejil, ajo, sal mineralizante k.eat y pimienta negra. (Un verdadero jardín en una bolsa).
- Mantén tus kaldos en el congelador a -18°C.
- Para descongelarlos, simplemente pasa uno al refrigerador un día antes. La paciencia es clave, pero tu estómago te lo agradecerá.
- Cuando estés listo, vierte tu caldo en una olla de vidrio o acero inoxidable (nada de microondas, por favor) y caliéntalo hasta que hierva. ¡Sirve y disfruta de esta delicia nutritiva!
- Una vez abierto, guárdalo en el refrigerador y consúmelo en menos de tres días. ¡No lo dejes solo demasiado tiempo!
- Perfecto para disfrutar directamente como una sopa deliciosa.
- También puedes agregar Semillas Happy Tummy o Semillas Liver Lover para un extra de sabor y beneficios. ¡Porque siempre es mejor compartir!
Comprometidos con el medio ambiente: nuestros ingredientes provienen de campos y granjas con prácticas responsables. No nos gusta usar plásticos :(, pero por ahora, es lo mejor que hemos encontrado para mantener nuestros caldos frescos. ¡Prometemos seguir buscando opciones más sostenibles!
Y si te unes a nuestros Programas de Kaldos, contáctanos vía WhatsApp. ¡Uno de nuestros Monitores k.eat® estará encantado de ayudarte!
*Esta información debe entenderse como una guía informativa y no como un consejo médico. No sustituye la atención, el diagnóstico o el tratamiento que solo un profesional familiarizado con la historia clínica de cada persona puede proporcionar. Consulta a tu médico antes de realizar cualquier cambio significativo en tu alimentación.